“…El caso argentino no constituye una excepción respecto a este rasgo, pero sí presenta un componente distintivo: la mayoría de los estudios ligados específicamente a las prácticas del curar diferentes a la biomedicina se halla, esencialmente, encaminada a iluminar entramados de la realidad histórica de Buenos Aires (Armus, 2016;Dahhur, 2018Dahhur, , 2019Vallejo, 2014Vallejo, , 2015aVallejo, , 2015bVallejo, , 2017ª, 2017b. Si bien ponderamos la existencia de un conjunto de trabajos que abordan escenarios y figuras que disputaron espacios de poder a la élite galena en La Pampa (Di Liscia, 2002), Córdoba (Rivero, Carbonetti y Rodríguez, 2017;Rivero y Vanadia, 2018;Rivero y Carbonetti, 2019), Santa Fe , Jujuy (Fleitas,2007; y Tucumán (Farberman, 2005;Fernández y Parolo, 2008), un mapeo de la producción de carácter nacional nos permite constatar que hasta el momento no se registra un abordaje y enfoque sistemático de actores heterogéneos que, con sus prácticas cotidianas -ligadas al mejoramiento y/o restablecimiento de la salud-contribuyeron a generar determinadas configuraciones en las sociedades del interior. Ahora bien, de manera específica, resulta innegable el vacío temático, temporal y territorial que se plantea en relación a las ofertas del mercado terapéutico dirigidas particularmente a las mujeres.…”