“…El conocimiento de la composición y la función de las mucinas en los peces para la defensa contra los patógenos es escaso (Padra et al, 2014). Además, el transcriptoma de la piel del salmón del Atlántico está mal caracterizado (Micallef et al, 2012). En el estudio de Guardiola et al (2014), para determinar los componentes del mucus de los peces, se observaron resultados de unión a lectina, indicando que el moco de la piel contiene en orden de abundancia, ácido, glucosa, N-acetil-glucosamina, galactosa, fructosa y residuos de N-acetilneuramínico; asimismo, se observó que algunas actividades inmunes fueron muy similares en los peces estudiados (actividad de la lisozima, por ejemplo, IgM), pero que otras, tales como proteasa, antiproteasa, fosfatasa alcalina, esterasas y peroxidasa variaban dependiendo de las especies.…”