El modelo de vivienda colaborativa irrumpió en España a principios de la pasada década como respuesta a dos necesidades habitaciones emergentes. De un lado, el desafío demográfico al que se enfrentan las envejecidas sociedades europeas y la necesidad de asegurar la calidad de vida de los mayores y su integración plena en la sociedad en el contexto del denominado envejecimiento activo. De otro lado, las consecuencias de la pertinaz despoblación de las zonas rurales, con su consecuente traslado a las ciudades, que ha determinado una creciente población flotante de ciudadanos con serias dificultades de acceso a la vivienda ante un elevado o prohibitivo coste.Bajo diferentes orígenes de concepción, las viviendas colaborativas, basadas en la organización participativa de sus residentes sobre procesos de autopromoción y autogestión, hallan en la Economía Social el armazón conceptual para su desarrollo. Y es que la Economía Social atesora una relevante trayectoria ofreciendo soluciones habitacionales a través de las tradicionales cooperativas de vivienda, para más recientemente fomentar y amparar legalmente el modelo de vivienda colaborativa.En este contexto se centra el presente trabajo, que tiene por objetivo avanzar en el conocimiento del modelo de vivienda colaborativa en la Comunidad Valenciana, con especial significación en la vivienda colaborativa senior e intergeneracional. Para ello se acometen dos perspectivas de análisis, en primer lugar, el estudio del marco conceptual de la vivienda colaborativa y su ubicación en el seno de la Economía Social y la economía colaborativa. En segundo lugar, y a través de un trabajo de campo, basado en la metodología de grupo focal, se estudian los procesos y retos de generación y desarrollo de las viviendas colaborativas existentes en la Comunidad Valenciana, así como desafíos a los que se enfrentan.Palabras clave: Vivienda colaborativa; Economía Social; cooperativas de vivienda; cooperativas de consumo; cesión de uso; economía colaborativa; innovación social.