“…Particularmente, la emocionalización moderna de la infancia (Ariès, 1987) no desplaza la «utilidad» de niñas y niños, sino que la complejiza. Interesa entonces detenernos y enfocar en la productividad y contribución de niñas y niños en las experiencias cotidianas del cuidado relativamente descuidadas incluso en los estudios que se centran en experiencias infantiles de trabajo a cambio de paga y/o limosna (Frasco, 2016(Frasco, , 2019Glockner, 2014;Leyra Fatou, 2012;Liebel y Saadi, 2010;Macri, 2012;Padawer, 2010;Rausky, 2009;Rausky y Leyra Fatou, 2017;Frasco, Fatyass y Llobet, 2021; entre otros) o respecto a aquellas experiencias de niñas y niños trabajadores organizados (Magistris y Morales, 2018), lo que abre un frente de discusión más amplio. Miller (2005) rastrea la situación de niñas y niños que participan de las dinámicas productivas y reproductivas de sus hogares y en negocios familiares como colaboradores en diferentes partes del mundo señalando que a la par de la productividad de las mujeres resulta menester indicar la activa participación social y económica de las infancias.…”