Recibido el 3 de noviembre de 2014; aceptado el 4 de noviembre de 2014 Disponible en Internet el 5 de enero de 2015La importancia de una enfermedad o grupo de enfermedades viene dada principalmente por su incidencia, prevalencia, morbimortalidad, costes socio-sanitarios y la reducción en la calidad de vida que produce. No cabe duda que si echamos un vistazo a datos epidemiológicos, las enfermedades cardiovasculares ocupan el primer lugar en importancia en nuestro país junto con los tumores o la enfermedad respiratoria 1 , porque cumplen los criterios antes expuestos. Esta afirmación está plenamente arraigada y asumida no solo por los profesionales sanitarios, sino por la población general. Pero, para que una enfermedad se la considere como un importante problema de salud no es necesario que los cumpla todos, ya que, por ejemplo, puede provocar pocos eventos mortales y, sin embargo, ser causa de una notable disminución de la calidad de vida del paciente o consumir gran cantidad de recursos sanitarios y económi-cos. Este es el caso de algunas entidades de la enfermedad vascular periférica, referida a la afectación de los vasos extra-craneales y extra-coronarios, de la que se ocupa la especialidad de Angiología y Cirugía Vascular, y cuya relevancia no ha sido enraizada por todos los médicos de atención primaria y de otras especialidades. La prevalencia de la enfermedad vascular periférica es mayor que la percibida por los profesionales sanitarios, así como sus repercusiones, tanto clínicas como sociales y económicas, lo que la convierte en un importante problema de salud. Es, por lo tanto, un grupo de enfermedades infraestimadas e infradiagnosticadas.Correo electrónico: eduabaran@gmail.com La insuficiencia venosa crónica (IVC) es un ejemplo de enfermedad vascular que basa su importancia en la gran prevalencia y deterioro de la calidad de vida, además del alto consumo de recursos sanitarios. En España se han realizado varios estudios para analizar la prevalencia de la IVC en Atención Primaria. En el estudio RELIEF 2 el 35,7% de los pacientes incluidos presentaba varices. La medida global de la calidad de vida de los pacientes con IVC fue de 66,4 ± 18,5 (óptimo = 100). En el estudio DETECT-IVC 2001 3 , un 68,6% de los participantes refirieron alguna manifestación clínica de IVC, y un 48,3% contestaron que estas manifestaciones habían supuesto algún tipo de deterioro. En el DETECT-IVC 2006 4 , el 71% de los pacientes presentaba algún síntoma de IVC. El 52% de pacientes españoles del VEIN CON-SULT program 5 tenían insuficiencia venosa. Finalmente, los resultados del estudio C-VIVES 6 muestran, de forma estadís-ticamente significativa, que la calidad de vida en pacientes con IVC disminuye conforme aumenta el grado de afectación clínica. En relación a la úlcera venosa, la incidencia se ha situado en 3-5 nuevos casos/1.000 personas/año, con una prevalencia del 0,3 y del 2,7% en mayores de 75 años 7 . El consumo de recursos de estos pacientes, las incapacidades laborales que provoca y el deterioro en calidad de vida que aso...