Estandarización digital, vulnerabilidad social y gobierno abierto

Abstract

El año 2022 está siendo el marco temporal en el que se solapan dos crisis: el esperado final de la pandemia de COVID-19 y el inicio de un conflicto bélico en Europa con la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Las diferentes `olas´ del coronavirus han provocado un fuerte retroceso de la actividad económica, con caídas de la producción en España y el resto de la Unión Europea que sólo en 2021 se han ido parcialmente recuperando. Casi sin solución de continuidad, el nuevo escenario bélico en Europa supone, según todas las estimaciones, además de un drama humano inconmensurable, más tensión económica, problemas de abastecimiento y encarecimiento generalizado en materias primas y energía. En este contexto de incertidumbre, el papel de las políticas sociales y de inversión en la UE, el acceso a las ayudas públicas y fondos europeos que garantizan el sostenimiento de rentas, así como un adecuado escrutinio público de cómo se llevan a cabo dichas medidas, muy enfocadas a una mayor sostenibilidad y justicia social, son esenciales. Las particularidades de la pandemia han impulsado y consolidado el uso de entornos digitales para estos propósitos, pero al mismo tiempo han evidenciado diversas carencias. La evidente brecha digital, los colapsos administrativos en los expedientes digitalizados, las amenazas a la ciberseguridad y la necesidad de facilitar el acceso a los datos y los procedimientos administrativos relanzan el interés en Europa en estándares digitales abiertos como XBRL (eXtensible Business Reporting Language) por lo que resulta necesario realizar una revisión actualizada de los más recientes avances realizados en Europa con este estándar.

Modelo de Gobierno abierto en las entidades Públicas, una revisión literaria

“…Por lo tanto, es necesaria una descripción de carácter general actualizada de los últimos cambios en estos estándares. (Muñoz et al, 2022). La legitimidad de las instituciones estatales ha disminuido rápidamente incluso en las democracias representativas, lo que se manifiesta en una insatisfacción política tangible y una pérdida de confianza en la administración pública, que es la base de la relación entre la sociedad y un estado democrático.…”