“…En Chile, durante la década del 90 se presentó un brote de EMI por serogrupo B (MenB) 20,21 , alcanzó una incidencia de 4/100.000 habitantes, descendiendo desde el 2001 hasta alcanzar una situación de baja endemia, en el año 2011 se obtuvo la tasa más baja en los últimos 20 años, 0,4/100.000 habitantes, con una letalidad de 15,1%, y una prevalencia de MenW de 5,9% [20][21][22][23][24] . A partir de la semana epidemiológica (SE) 26 del año 2012, se observó un aumento de los casos confirmados de EMI en comparación a los años anteriores, alcanzando un máximo de 10 casos (5 veces lo esperado) en la SE 45, con un franco aumento de la prevalencia de MenW, doblando la incidencia entre el 2011 y el 2012, 0,8/100.000 habitantes, con una letalidad global de 24,8%, la más alta en los últimos 30 años [24][25][26][27] . Los casos se concentraron en la Región Metropolitana (RM), donde 80,0% de las cepas seroagrupadas correspondían a MenW, principalmente en menores de 5 años, con meningococcemia como la principal manifestación clínica 23, [26][27][28] .…”