“…Además, nuestros resultados parecieran ser compatibles con los aquellos que sugieren que otras pruebas cribado, tienden a ser más sensibles que el MMSE en la detección del deterioro cognitivo en pacientes tanto en oncológicos con deterioro cognitivo (Rambeau et al, 2019), así como en paciente con deterioro cognitivo asociado a la trastornos vasculares (Zhang et al, 2016); encontrando a veces indicaciones contradictorias donde se indica que el MMES es más sensible para la valoración del deterioro leve o demencia leve (Smith, Gildeh, & Holmes, 2007), mientras que otros estudios por el contrario indican que no es muy sensible en esa fase del deterioro, sino en la fase de demencia (Tsai et al, 2016); pese a estas limitaciones se sigue recomendando su uso en la detección del deterioro cognitivo, pero se debe complementar la evaluación con otras pruebas para confirmar o descartar enfermedades (Wiley, 2016). Además, los resultados obtenidos con este estudio, indican que el TR podría también ser utilizado para la valoración del deterioro cognitivo, compatible con lo indicado de que la aplicación de ambas pruebas, El MMSE y el TR, resultan útiles para la valoración del estado cognitivo-funcional de pacientes luego de una trastorno vascular (Adunsky, Fleissig, Levenkrohn, Arad, & Noy, 2002), la aplicación en conjunto de estas dos pruebas ayuda también a mejorar la detección de déficits ejecutivos y cognitivos (Mittal, Gorthi, & Rohatgi, 2010), por lo que se pueden encontrar estudios que indican que el TR muestra adecuados índices de sensibilidad y especificidad para la detección temprana y seguimiento del deterioro cognitivo (Shulman, 2000); sin embargo, otros estudio incidan que el TR pareciera mostrar una menor consistencia interna, influencias en la edad y el nivel cultural de los sujetos (Latini et al, 2011), baja sensibilidad y especificidad para detectar deterioros o demencias leves (Pinto & Peters, 2009), una utilidad diagnóstica variable en función del método de puntuación (Tuokko, Hadjistavropoulos, Rae, & O'Rourke, 2000), pobre utilidad para deterioros leves (Nishiwaki et al, 2004) y al ser comparar el TR con otras pruebas de rápido cribado, también ha demostrado tener menor utilidad diagnóstica y validez discriminativa en comparación con otras pruebas del cribado cognitivo (Carnero-Pardo et al, 2019). Estos resultados, parecen ser compatibles con lo encontrado en el presente estudio donde al momento de analizar la utilidad diagnóstica con la curva ROC, es el TR el que parece mostrar menos utilidad.…”