“…El empleo de hogar y de los cuidados, es una modalidad del servicio de proximidad, que se caracteriza por prestar servicios a personas particulares, no a empresas, a cambio de una retribución. Es posible distinguir tres tipos de contratación en función del tiempo de presencia en el hogar empleador, las condiciones laborales y la intensidad del vínculo con los empleadores: 1) interna, que conviven con la familia (o con la persona dependiente) en el mismo domicilio en el que trabajan; 2) externa fija, cuando se trabaja más de 120 días al año para el mismo empleador; y 3) externa por horas, cuando se trabaja 120 días al año o menos para el mismo empleador (Parella, 2021). La manutención del hogar implica una multitud de tareas, desde la limpieza de la casa a las actividades propiamente del hogar (cocinar, hacer la compra, realizar regados, etc.…”