En la España de la primera mitad del siglo XVIII se experimenta un auge de los almanaques, o pronósticos astrológicos anuales. Este género de impresos sufre profundos cambios que lo hacen evolucionar desde el campo de la ciencia astrológica hacia el de la literatura de entretenimiento o la literatura didáctica. La hipótesis formulada es que tales cambios son una reacción ante el desprestigio de la astrología, en particular la judiciaria, que obliga a reconfigurar la legitimación social e intelectual de los almanaques, reclasificándolos bajo criterios de utilidad y de calidad literaria, en vez de eficacia científica. Este estudio cartografía la clasificación intelectual de los almanaques mediante el análisis de trescientas censuras incluidas como «aprobaciones» en los propios impresos, y pretende igualmente ofrecer un modelo para el uso de estos documentos en los estudios literarios de este periodo.