“…Los lingüistas pueden contribuir a cambiar estas perspectivas incorporando mayor reflexividad en su quehacer, pero también contextualizando sociolingüísticamente sus descripciones y reconociendo, validando y documentando las diversas formas de hablar en una comunidad, aunque no correspondan al estándar monolingüe ancestral de una lengua vernácula imaginada (Childs et al, 2014;Gaby & Woods, 2020;Ravindranath & Conor, 2017). Esto requiere miradas que se enfoquen en el contacto, en la agencia y creatividad de los hablantes, en sus trayectorias sociolingüísticas concretas, en la continuidad, permanencia y proyección (variada y heterogénea) de las lenguas indígenas y de sus hablantes, en contextos muchas veces marcados -pero no enteramente determinados por-los efectos del colonialismo y las continuas inequidades que afectan las prácticas comunicativas y repertorios lingüísticos de las poblaciones indígenas (Antimil & Olate, 2020;Davis, 2017).…”