El Diablo Negro: un nuevo pacto de energía en México

Abstract

La Reforma Energética aprobada al final de 2013 es parte de la política de posicionamiento global del Estado para atraer inversiones de capital nacional y extranjero, siendo, no sólo promotor, más también parcero. Esa acción determina la producción del territorio en diferentes escalas, aquí se muestran las escalas nacional, local y regional. La renta de la tierra se refiere, en este análisis a la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), mismo antes de 2013, cuando la Constitución Mexicana fue alterada en sus artículos 25, 27 y 28, acerca de la titularidad de los recursos, denominando tal acción de Reforma Energética. La empresa nacional Petróleos Mexicanos (Pemex) destinaba una renta por el uso dado al territorio nacional, capturada por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), variando entre 35% y 40%, que representan una fuerte cantidad para inversión en gasto social e infraestructura para el país.

Neoliberal Resource Nationalism: The Scramble for Mexico’s Hydrocarbons

“…The 2013-2014 energy reform ended PEMEX's monopoly on hydrocarbon exploration, exploitation, and distribution. Although an in-depth explanation of why a farreaching energy reform passed in 2013 and details about its content are beyond the scope of this article because of space constraints (for details see Alpízar Castro and Rodríguez-Monroy, 2016;Cypher, 2018;Del Castillo-Musot et al, 2018;Luna Gómez, 2020;Rodríguez-Padilla, 2018;Rousseau, 2017;2020;Tetreault, 2019;and Vargas, 2015a), it is important to note that hints of the inherited oil nationalism continued to play a role, and PEMEX was protected from total privatization. PEMEX continues to exist and is still the largest company in the country, and constitutional limitations on private sector participation in numerous aspects of the hydrocarbons industry persist.…”