“…En este último aspecto, en la narración de experiencia personal, el yo se desplaza a un yo y otros del pasado, mientras que, en la narración de ficción, el yo se desplaza a otros más distantes, puesto que se supone que el autor del relato no forma parte de ese mundo ficticio. La narración, tanto de ficción como de experiencia personal, se desenvuelve en dos planos: el referencial, en el que se encuentra la secuencia de eventos que constituye el eje central y temporal de la narración, y el evaluativo o expresivo, en el que se presenta la motivación de los eventos, así como la actitud del narrador frente a los eventos narrados, construyéndose así la perspectiva discursiva que justifica el acto de narrar (Bruner, 1986;Labov, 1972;Shiro, 2007Shiro, , 2012. Esta combinación de elementos constituye la estructura de la narración y asegura la producción de un relato bien formado.…”