“…Tanto en Francia como en Alemania, en efecto, se observa una estetización de la obra de Borges 51 que niega sus implicaciones políticas, estudiadas por A. Louis 52 , para mejor considerarlo como un autor que pertenece a una literatura universal, una Weltliteratur cuyo estudio Erich Auerbach reclama exactamente en los mismos años 53 . Sin embargo, mientras que la recepción de Borges en Francia, después del "momento Caillois", se encamina -especialmente a partir del magnífico Cahier de l'Herne que se publicara en su honor en 1964-, hacia un diálogo con las nuevas tendencias de la crítica literaria, con Blanchot, Foucault y Genette 54 , la llegada de Borges a Alemania coincide con un momento de evolución complejo de la noción de barroco, a la que la de manierismo empieza a hacer competencia.…”