“…Si se quiere obtener una revaloración perceptual, muy posiblemente corresponda aislar los referentes conceptuales que comúnmente se relacionan con el estímulo captado, para permitirse llegar a nuevas relaciones, amparadas justamente en la reorganización perceptiva. Fundamentalmente, los procesos de arriba a abajo (bottom-up) extraen, primeramente, información sensitiva que tuvo su procedencia en el entorno físico, para luego guiar procesos perceptuales mediados por el conocimiento, las creencias, expectativas y objetivos; estos últimos remiten al esquema perceptual top-down (Smith & Kosslyn, 2008;Intaité, Noreika, Soliunas & Falter, 2013;Pitts, Gavin & Nerger, 2008). Dicho de otra manera, el procesamiento bottom-up se fundamenta en la forma básica en que los receptores sensoriales hacen registro de los estímulos; procesamientos posteriores de tipo top-down producirán impacto en la percepción, incluyendo efectos como el de reversibilidad y organización perceptual, fácilmente observables en la percepción de figuras biestables o ambiguas (Borisyuk, Chik & Kazanovich, 2009;Bruce & Green, 1994;Foley & Matlin;1996;Hsiao, Chen, Spence & Yeh, 2012;Long & Toppino, 2004;Munar, Roselló, Maiche, Travieso & Nadal, 2007;Yamamoto & Yamamoto, 2006).…”