Dynamic, dyadic, intersubjective systems: An evolving paradigm for psychoanalysis.

Abstract

Dynamic systems theory is a source of powerful new metaphors for psychoanalysis. Phenomena such as conflict, transference, resistance, and the unconscious itself are grasped from this perspective as dynamically emergent properties of self-organizing, nonlinear, dyadic, intersubjective systems. The conception of development as evolving and dissolving attractor states of intersubjective systems richly illuminates the processes of pattern formation and change in psychoanalysis. Effective interpretations are seen as perturbations of the therapeutic system that permit new organizing principles to come into being.A new scientific paradigm has been evolving from the investigation of phenomena that have variously been called dynamic, nonlinear, self-organizing, or chaotic systems. With origins in physics, chemistry, and mathematics, this new perspective has been applied to the study of complex biological systems (von Bertalanffy, 1968;Waddington, 1977) and is being employed in the search for common principles underlying the behavior of such diverse phenomena as chemical reactions, clouds, forests, and developing embryos and children. Dynamic systems theory (Thelen & Smith, 1994) is centrally concerned with conceptualizing the process of developmental change-that is, the generation of "emergent order and complexity: how structure and patterns arise from the cooperation of many individual parts" (p. xiii). In accounting for the "messy, fluid, context-sensitive" (p. xvi) nature of the developmental process, this framework is exceptionally well suited to serve as a source of guiding metaphors for psychoanalysis.Requests for reprints should be sent to Robert D. Stolorow,

Comprendiendo a una sociedad en cambio para comprender a los pacientes.

“…Y, como lo mismo sucede con el analista que le atiende, entre ambos forman un suprasistema que se organiza y evoluciona a través de la recíproca heteroregulación. (Berger, P. y Luckmann, T., 1967;Thelen, E. y Smith, L., 1996;Stolorow, R., 1997Stolorow, R., , 2001Stolorow, R., Atwood, G. y Orange, D., 2002;Atwood, G. y Stolorow, R., 2014;Schneider, G., 2014)). Con esto, podemos decir que el concepto de psicología de dos personas, que hace ya años se contrapuso a la psicología de una persona como un gran avance (Coderch, J.…”

Las experiencias terapéuticas modifican el inconsciente relacional

“…Sin embargo, creo que, en general, no se ha tenido en cuenta, tal vez por el impacto que produjo el primero de estos cinco trabajos, que en sus sucesivos cuatro trabajos, los autores del Grupo de Boston han ido desdiciéndose, progresivamente, de la separación radical que en el primero de ellos establecieron entre las Por tanto, a partir de los trabajos que acabo de citar y de otros (Mitchell, S., 1993(Mitchell, S., ,1997(Mitchell, S., , 2000Aron, L. , 2001, Benjamin,1995de Fosshage (2005de Fosshage ( , 2007de Fosshage ( , 2011de Fosshage ( , 2016, creo que hay algo más a lo que hemos de atender 3 . Para comprender bien la interrelación entre las dimensiones implícita y explícita, hemos de acudir al conocimiento de que la mente de los humanos se encuentra totalmente corporeizada, porque el cerebro se halla enteramente integrado y unido al cuerpo por circuitos neurales y neuroquímicos, y en continua interacción con el medio que le rodea, lo mismo que la totalidad del organismo (Wagensberg, J, 1985;Sprueill, V., 1993;Damasio, A, 1999;Lakoff, G., y Jonshon, M., 1999;Stolorow, R., 1997;Gallese, C., 2009;Coburn, W., 2000Coburn, W., ,2002, descubrimiento, por cierto, no muy novedoso, porque ya Freud afirmo que el primer yo es un yo corporal. Desde estos conocimientos podemos afirmar que aquello que llamamos procesos mentales, sentimientos, pensamientos, deseos, etc., son procesos no limitados a la mente, sino sucesos corporales, sucesos de la totalidad del sistema abierto, dinámico e intersubjetivo que es el ser humano.…”

“…No voy a insistir en el rechazo de la técnica como forma de tratar a un ser humano, desde la perspectiva del paradigma relacional, porque ya es algo sobradamente conocido (Orange,D., Atwood, G., Stolorow, R., 1997;Coderch, J., 2012), aun admitiendo, para no caer en los extremismos, que puede hablarse de una dimensión técnica en su sentido más amplio, flexible y personalizado (Rodríguez Sutil, C., 2014). Digo esto porque la formulación de interpretaciones por parte del analista ha sido la clave de la llamada técnica psicoanalítica, hasta la aparición del psicoanálisis relacional en las últimas décadas del siglo pasado, sin que ahora pueda extenderme en ello (Coderch,J., 1995).…”

Pasarse de la raya: Heroínas relacionales y el exceso relacional

“…Ainsworth, 1969;Beebe y Lachmann, 1994, 2012Fonagy, Gyorgy, Jurist y Target, 2004;Hess y Main, 2000;Stolorow, 1997). Debido a que los patrones de apego y de regulación tempranos se hacen sentir a lo largo del tiempo incluso cuando se transforman, el bebé relacional permanece como una presencia viva en el espacio (adulto) de la consulta.…”