“…La Administración deberá implicarse en todos los sentidos para mejorar el sector y, entre otras cosas, debe reflexionar sobre sus sistemas de contratación para convertirse en un motor real de la I+D+i del sector; un aspecto positivo sería, por ejemplo, la valoración de la investigación y de la innovación en la contratación pública, como criterio de selección de contratistas y diseñadores, siempre y cuando dicho criterio tenga un peso no anecdótico, que realmente pueda suponer una ventaja competitiva para las empresas que se dediquen a fondo a la investigación; otro aspecto fundamental sería la simplificación administrativa para que las empresas puedan acceder a subvenciones de I+D+i (por lo menos en un principio, para las empresas que por primera o segunda vez recurriesen a ello), ya que la actual complejidad, junto con los escasos fondos que se destinan a la investigación, hacen que muchas empresas se retraigan a la hora de solicitar ayudas; y pudiera ser fundamental fomentar el desarrollo de movimientos específicos de mejora de la eficiencia del sector como el habido en el Reino Unido, denominado "Rethinking Construction" (16,17).…”