“…Los medios, inmersos en la carrera competitiva por la audiencia y la necesidad de impulsar el modelo de negocio tradicional, se ven obligados a adaptar, una vez más, su formato al entorno que se les presenta, incorporando una estrategia de negocio convergente, multiplataforma y crossmedia (Moreno et al, 2017) que fomenta el desarrollo de aplicaciones móviles (Costa-Sánchez, 2012) y la difusión en redes sociales. Esto supone un reto para el periodismo, que debe buscar fórmulas para elaborar y adaptar contenido específico para el smartphone (Alonso del Barrio, 2021), así como para ser capaz de transmitirlo en su entorno gráfico, muy diferente al que propone el ordenador (Costa-Sánchez et al, 2016), "proporcionan-do nuevos formatos sincrónicos, localizados e individualizados" (Bruhn, 2013, p.27). La creación y uso de aplicaciones crece en detrimento de los navegadores (Larrondo y Teixeira, 2016), destinándose fundamentalmente a la comunicación o el consumo de contenido (Aguado et al, 2015).…”