“…El fenómeno descrito se desenvuelve en el contexto de lo que desde 2015 se denominó la "crisis de refugiados" en Europa, incrementando aún más los discursos nacionalistas y anti-migratorios (Padilla y Goldberg 2017; Padilla y Goldberg 2019). Ese año, poco más de un millón de personas llegó a las fronteras europeas; si bien es un número importante, representa sólo entre el 0, 2 De forma complementaria, resulta oportuno subrayar que ciertos discursos xenófobos y las políticas migratorias de control restrictivas implementadas por la UE en los que aquellos se apoyan, fortalecen la idea de que la llegada de migrantes forzosos a Europa se produce en gran número, como una especie de invasión descontrolada, cuando la realidad muestra que el porcentaje de personas que llega a Europa en estas condiciones es menor en términos absolutos (Padilla y Goldberg 2017). Por el contrario, tal y como se analizará en este trabajo, son muchxs lxs migrantes que, debido a múltiples circunstancias vivenciadas, se quedan en regiones inicialmente de tránsito hacia Europa, como sucede con el norte de África.…”