Despliegues visuales en instalaciones religiosas de los andes del sur: Una reflexión desde el arte rupestre colonial y la etnohistoria

período colonial temprano en Pachacamac, una aproximación a partir de las excavaciones de la Pirámide con rampa 13 y el Templo Pintado

“…El análisis de los manuscritos sugiere una datación paleográfica alrededor de 1570, bajo el reinado de Felipe II (1556-1598), y su autoría podría atribuirse a un miembro de la orden franciscana, según comunicación personal de Jesús Bustamante (CSIC). Para el caso de los grafitis hay que recordar que fue habitual el recurso al art rock o jeroglíficos en técnicas de picoteo, raspado, grabado inciso o pigmentación en lugares sacralizados -orientación astronómica, paisaje y espacios sacralizados-en diversos lugares de América, y que, tras la conquista, dichos espacios fueron reutilizados con cambios sustanciales en la iconografía y contexto cultural, siendo habitual la reproducción de cruces cristianas u otros simbolismos cristianos (Whitley, 2011;Schaafsma,1986;Loendorf, Chippindale & Whitley, 2006;Arenas y Odone, 2016). Lo reportado para Pachacamac se reproduce en otros valles costeños cercanos, como lo ha demostrado Rommel Ángeles para el caso del valle de Omas (Ángeles, 2020) una zona evangelizada por los dominicos, donde al parecer se utilizaron las plazas incaicas de atrios abiertos para la catequesis indígena, que se acompañaba con imágenes y símbolos bíblicos, en una catequesis temprana en la cual hubo un esfuerzo por traducir a un lenguaje icónico los textos evangelizadores.…”