ResumenLa defensa del carácter esencial del Parlamento en las sociedades democráticas contemporáneas es compatible con la propuesta de la necesidad de su reforma. En este trabajo se analiza esa relación paradójica, desarrollando un especial interés en las siguientes propuestas. El objetivo fundamental de cualquier reforma que se postule sobre el Parlamento ha de ceñirse a reivindicar su mayor protagonismo en la esfera pública y en la política. En lo que concierne a la función legislativa cabe postular una reforma sustantiva y otra procesal. Sustantivamente, el Parlamento debe recuperar el protagonismo legislativo, reduciendo la intervención del ejecutivo en la función normativa, estableciendo unos límites más estrictos cuantitativamente y cualitativamente a la excepcionalidad reguladora del ejecutivo. Procesalmente, hemos de señalar la necesidad de limitar los procedimientos de lectura única, que han de vincularse a cuestiones sencillas y marcadas por el consenso mayoritario. Vinculada a esa función legislativa se analizará la presupuestaria. El papel de los Parlamentos en la tramitación presupuestaria tiene que cualificarse. La función de integración debe ser prioritaria en un contexto de Parlamentos fragmentados. Desde ella ha de potenciarse el papel de los Parlamentos en la resolución de conflictos, incluidos los territoriales. La participación, el Parlamento participado, es el referente de cualquier otra reforma. Su presencia es transversal a la modificación de todas las funciones especificadas. Es decir, el protagonismo del Parlamento como baluarte de la esencia del Estado democrático del siglo XXI.Palabras clave: Parlamento. Participación. Tecnoparlamentarismo. Deliberación. Integración.
AbstractThe defense of the essential character of Parliament in contemporary democratic societies is compatible with the proposal of the need for its reform. This paper analyzes this paradoxical relationship, developing a special interest in the following proposals. The fundamental aim of any reform that is put forward on the Parliament has to be to claim its main role in the public sphere and in politics. With regard to the legislative function, a substantive and procedural reform can be postulated. Substantively, the Parliament must recover the legislative role, reducing the intervention of the executive in the normative function, establishing quantitative and qualitative limits to the regulatory exceptionality of the executive. Procedurally, we must point out the need to limit the procedures of single reading, which must be linked to simple issues and marked by majority consensus. Related to this legislative function, the budget will be analyzed. The role of parliaments in budgeting has to be qualified. The integration function should be a priority in a context of fragmented Parliaments. From there, the role of Parliaments in resolving conflicts, including territorial ones, must be strengthened. Participation, the Parliament participated, is the benchmark of any other reform. Its presence is transversal to the modificati...