“…Durante la última década, sin embargo, el desarrollo y la notoriedad de algunos usuarios dentro de plataformas habilitadoras de la producción como YouTube, Instagram y un largo etcétera, han provocado la institucionalización de estas producciones, pasando del usuario productor al usuario profesionalizado (Kim, 2012). Esto, por supuesto no ha pasado desapercibido para los PSM (Public Service Media) que ven la capacidad productora del usuario como una oportunidad estratégica para generar un valor añadido en sus contenidos, ampliar su capacidad de representación y cumplir con el elemento de la participación en sus compromisos de servicio público (Vaz-Álvarez, Túñez-López y Frazão-Nogueira, 2020;Túñez-López, Vaz-Álvarez y Fieiras-Ceide, 2020;Vanhaeght, 2019). En este sentido, algunos de los principales autores en este ámbito destacan las lagunas que aún quedan por cubrir en el estudio de la participación en el contexto de los Medios de Servicio Público, al mismo tiempo que destacan la necesidad de fomentar su uso y desarrollo como elemento de vital importancia en la promoción de la auténtica diversidad audiovisual (Marzal-Felici, Soler-Campillo y López Olano, 2020…”