“…Esto podría explicar, al menos en parte, que el corpus teórico asociado sea irregular, poco sistemático, relativamente reciente en Chile y, por lo tanto, poco robusto. Ahora bien, en las últimas dos décadas, el interés de la academia por estas narraciones producidas en América Latina se ha visto incrementado considerablemente (Kurlat, 2012), lo que ha ido de la mano de la emergencia de antologías y recopilaciones de historias de ciencia ficción en distintos países latinoamericanos, entre las que puede nombrarse: Bell y Molina Gavilán ( 2003), Brown (2010) y Cornejo Córdoba (2011. Con todo, hay que reconocer que aún se trata de una expresión literaria no canónica, en buena medida marginal, estimada por círculos académicos tradicionales como "literatura menor" y, en esa dirección, aún poco abordada como fenómeno cultural o como problema estético.…”