“…Entre los costos más importantes son, los costos derivados por los actos autoritarios de coerción (más inspectores fiscales) y los políticos. Los costos políticos se derivan por la presión de los contribuyentes que defenderán sus privilegios fiscales y exigirán mejores servicios y/o obras públicas (Chávez, Elbittar y Trillo, 2015). Así, los municipios que asignan sanciones ejemplares a los evasores tendrán mayores niveles de cumplimiento que los municipios que no asignan sanciones relevantes, pero, al mismo tiempo, son municipios susceptibles a la inspección pública.…”