“…Para los estudios culturales, provistos desde sus inicios de un cariz crítico que ha implicado la dirección de buena parte de sus esfuerzos al análisis de los mecanismos de la opresión social, una concepción de la capacidad de agencia de los seres humanos es, sin embargo, fundamental, de cara al otro aspecto central que motiva su desarrollo: su proyecto emancipatorio. Empero, esta concepción, como atestigua el énfasis puesto sobre conceptos como el poder, la hegemonía y la ideología, (que este trabajo ciertamente ha acusado), ha ocupado, las más de las veces, un lugar secundario dentro del análisis de la cultura (Freed, 2001).…”