“…El primero de estos instrumentos, el perfil sensorial para adolescentes y adultos (Brown et al, 2001), se creó en 2002 y es ampliamente utilizado en diversos contextos, culturas y poblaciones, tanto clínicas como no clínicas. Además, tiene una relación establecida con el modelo del procesamiento sensorial de Dunn (1994), lo que permite una interpretación teórica sólida de sus resultados, en contraste, con los otros dos instrumentos, el Cuestionario Sensorial Glasgow (Robertson & Simmons, 2013) y el Cuestionario de Procesamiento Sensorial del Adulto (Gómez et al, 2016), son de creación más reciente, con menos de 10 años de existencia, donde han tenido una utilización más limitada, y su validez aún se está explorando en diferentes idiomas y contextos (Horder et al, 2014;Engel-Yeger et al, 2018b). No han establecido una relación sólida con un modelo de procesamiento sensorial desde su creación (Gómez et al, 2016;Robertson & Simmons, 2013), a diferencia del perfil sensorial del adolescente/adulto, que la tiene desde su creación (Brown et al, 2001).…”