“…En tercer lugar, se ha desarrollado el pensamiento crítico en los estudiantes en la medida en la que han participado de forma dialogada en reflexiones sobre problemáticas sociales relevantes de su propia contemporaneidad (ABRAMI et al, 2015;LLAMAS;GORBE, 2014;LORENCOVÁ et al, 2019;MARTIN;SERRANO-ESTRADA;ESTEVE-FAUBEL, 2020), y han intervenido en procesos de investigación y exposición en los que tienen que buscar, contrastar y sintetizar información (PITHERS;SODEN, 2010;TOPO, 2014). Así, en las primeras han surgido reflexiones tales como el rechazo y la invisibilidad que pueden sufrir algunas personas migrantes, la sexualización del cuerpo femenino como estrategia de marketing, la relatividad de la belleza y la presión social que experimenta la mujer con respecto a la misma, las incoherencias entre los valores y las prácticas de los individuos, el sistema de monetización online de la industria musical actual, la problemática del acoso escolar y algunas estrategias para reaccionar frente a él, la relación entre las tareas domésticas y los roles de género, o la intolerancia hacia otras personas debido a cuestiones raciales, culturales, nacionales o religiosas.…”