Aunque la difusión del marxismo en México por medio de traducciones, sobre todo del inglés y del francés al español, puede rastrearse desde fines del siglo XIX, durante la Guerra Fría, las lenguas entre las que se traduce y los discursos que circulan junto con las traducciones se diversifican. Así, durante la primera mitad del siglo XX, periodo en el que florecieron las industrias editoriales latinoamericanas, ocuparon un lugar especial las traducciones de obras marxistas-leninistas que,