“…De igual forma, el virus puede destruirse de inmediato con desinfectantes como hipoclorito de sodio, agua y jabón y peróxido de hidrógeno. 1,7,8 El profesional de salud oral se encuentra en un constante riesgo debido a la proximidad física con el paciente, al uso continuo de instrumental generador de aerosoles, exposición a microorganismos patógenos, sangre, saliva y virus presentes en la boca y tracto respiratorio, pudiendo inhalar el aerosol contaminado, entrar en contacto con la piel o mucosa y permanecer en las superficies del consultorio. 1,5,9 El objetivo de este escrito es resumir algunas alternativas que pueden utilizarse en la práctica de odontología pediátrica sin correr altos riesgos de transmisión de COVID-19 generados por aerosoles contaminados y disminuir la propagación del virus.…”