“…En Colombia, aunque se puede señalar el ingreso de religiosos desde la década de 1970, en sí, la consolidación de estas prácticas con todo el ensamblaje religioso asentado y con posibilidad de re-producirse tomaría lugar hacia mediados de 2005. En buena parte, esta dinámica religiosa ha tenido un carácter urbano, en ciudades como Bogotá, Cali y Medellín han emergido prácticas de santería, ifá en su variante cubana y nigeriana, palo monte en sus variantes briyumba y mayombe, espiritismo cruzao, vodou cubano, candomblé y umbanda (Arango 2018;Castro 2022bCastro , 2022aCastro , 2017Castro , 2016bCastro , 2016aCastro , 2015Castro , 2011Castro , 2010Castro , 2009Castro , 2008Castro y Kerestetzi 2021;Meza 2021Meza , 2019Ortiz y Castro 2014;Packer y Tibaduiza 2012;Torres 2018;Velasco 2003). Al mismo tiempo, surgieron misas católicas afrocolombianas y otras prácticas denominadas bajo el nombre genérico de culto a los ancestros (Castro 2022a(Castro , 2005Ortiz 2012;Quintero 2006;Torres 2013) Este restringido número de publicaciones e investigaciones indica no un fenómeno religioso reducido, sino un estado del conocimiento de las prácticas afro aún incipiente, en tanto que el desarrollo y proliferación de prácticas religiosas afro en ámbitos urbanos no es una experiencia reciente.…”