“…Así, las diferentes prácticas evaluativas universitarias evidencian diferentes prácticas docentes (Samuelowicz y Bain, 2002) que incluso pueden ser contradictorias (Ribeiro y Flores, 2016), porque los diferentes conceptos de enseñanza, aprendizaje y evaluación asociados influyen diferencialmente en cómo enseña el profesorado y en cómo aprende el alumnado (Brown, 2004;Thompson, 1992). En este sentido, y en el ámbito de las ciencias, tecnología y matemáticas, se ha incrementado la investigación sobre motivaciones, actitudes, expectativas y especialmente, concepciones, de futuros docentes (Brown, Lake y Matters, 2011;Meirik, Meijer, Verloop y Bergen, 2009), con el objetivo de diseñar propuestas metodológicas que favorezcan el cambio de sus ideas previas (Pontes, Poyato y Oliva, 2016). En relación con las representaciones y creencias del alumnado de magisterio, el comportamiento docente se apoya en una multiplicidad de factores relacionados con una ideología o percepción de la realidad que asume el-la educador-a, y que se concretan en las múltiples dimensiones de un gran impacto en los estilos de enseñanza, en el ejercicio de la profesión, en la configuración pedagógica del quehacer educativo y en las relaciones interpersonales que se establecen dentro del aula (González-Peiteado y Pino-Yuste, 2014).…”