“…Para las neurociencias, está ampliamente demostrado que consumir drogas en etapas prematuras del desarrollo cerebral genera múltiples afectaciones a los procesos cognitivos básicos y superiores de los seres humanos (Tena-Suck et al, 2018), "como lo demuestra la evidencia investigativa, cuando las personas más jóvenes comienzan a consumir drogas, mayores son los riesgos para la salud y otras consecuencias" (OEA, 2019, p. II). Además, diferentes investigaciones han dado cuenta de la reducción en las edades en que se inician dichos consumos (Brasesco et al, 2011;Melo-Hurtado y Jaimes-Valencia, 2015;Deodato et al, 2017), sin embargo; la información investigativa interesada en la comprensión del fenómeno durante la infancia es exigua (Robledo et al, 2021, p. 35). Se trata de un fenómeno que requiere ser priorizado y en particular porque está supeditado a sus aspectos sociohistóricos y culturales, tal como lo manifiestan Muñoz y Salmasi (2018):…”