“…propio compromiso social y ético del profesorado (Bernabé, 2019). Una implementación del paradigma intercultural en la educación musical requiere de una formación docente acorde, que contribuya tanto a gestionar la convivencia en contextos pluriculturales (Bernabé, 2019) como a situar al alumno/a y sus necesidades en el corazón del proceso educativo (Bautista, Toh, Mancenido y Wong, 2018), mediante metodologías activas basadas en la experimentación, la cooperación y la creatividad, propiciando vivencias educativas significativas y extrapolables a la vida real del alumnado (Cabedo y Díaz, 2012;Leonard, Hafford-Letchfield, y Couchman, 2013;Bernabé, 2015;Hogenes, Oers, Diekstra y Sklad, 2016;Mellizo, 2019;Murillo et al, 2019). El rol del profesor/a, por tanto, se aproximaría al de mánager cultural (Cabedo y Díaz, 2012) o diseñador de experiencias sonoras (Murillo et al, 2019), mediante la adaptación de repertorios musicales "del otro" a la realidad del aula (Bernabé, 2015) y generando "espacios comunes de interacción y comunicación entre los diferentes agentes implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje" (Pérez-Aldeguer, 2014, p.176).…”