“…Diversos estudios han mostrado evidencia del deterioro del funcionamiento ejecutivo asociado al abuso de sustancias, como la heroína (Fishbein, Krupitsky, Flannery, Langevin, Bobashev, Verbitskaya et al, 2007;Prosser, Cohen, Steinfeld, Eisenberg, London y Galynker, 2006), cocaína (Forcada, Pardo y Bondía, 2006;Hester y Garavan, 2004), éxtasis (Schilt, de Win, Koeter, Jager, Korf, van den Brink et al, 2007), alcohol (Landa, Fernández-Montalvo y Tirapu, 2004;Landa, Fernández-Montalvo, Tirapu, López-Goñi, Castillo y Lorea, 2006) o policonsumos (Giancola y Mezzich, 2003;Verdejo y Pérez-García, 2007). Los resultados obtenidos en estos estudios muestran que puede ser útil contar con un instrumento de evaluación de línea base que permita desarrollar un screening inicial de déficit en las funciones ejecutivas en sujetos que acceden a un tratamiento por problemas derivados del uso de drogas.…”