“…Este es un problema de reciente identificación que ha nacido al calor de la interpelación crítica del modelo de enseñanza aludido y del programa cognitivo-musical de segunda generación, que postula que la experiencia musical que se manifiesta en las prácticas de la audición, la composición -sea esta escrita o producida en tiempo real en contextos de improvisación musical-, la ejecución y la reflexión acerca de la música es de índole multimodal; el problema se encuentra actualmente en estudio en algunos ámbitos de investigación dentro del campo de la psicología corporeizada de la música y la formación musical, interesados en acortar la brecha entre las prácticas musicales de los estudiantes y el syllabus formativo ofrecido por la academia (Martínez y Valles, 2015;Martínez y Anta, 2008;Pérez y Martínez, 2015;Martínez y Epele, 2012).…”