“…En efecto, existe evidencia empírica de la importancia que tiene la relación cuidador-niño en el desarrollo, mantenimiento y cura del trastorno, especialmente en la infancia temprana, cuando la dependencia del niño a la madre es mucho mayor (Chu & Lieberman, 2010;Dyregrov & Yule, 2006;Gunnar & Cheatham, 2007;Linares, Heeren, Bronfman, Zuckerman, Augustyn, et al, 2001;Lynch & Cicchetti, 1998). Se ha encontrado En ocasiones, puede que la madre haya estado implicada en el suceso traumático pero el niño no, produciendo, a pesar de ello, efectos traumáticos en el niño (Scheeringa, et al, 2005;Dyregrov & Yule, 2006;Lieberman, Van Horn & Ozer, 2005).…”