“Change Direction”: Influencing the National Church through the Vatican during the Pinochet Dictatorship in Chile

Abstract

The relations between the Chilean Church and the dictatorship of Augusto Pinochet (1973–1990) are often characterized as conflictive. After a short period of accommodation and legitimation, the Chilean episcopate started to confront the dictatorship in the name of the poor and persecuted, but never breaking entirely with the regime. This led to a complicated relationship between the Church and the dictatorship, which tried to legitimize authoritarian rule by reference to Christian values and the defense of “Christian civilization”. Much historiography has examined this relation from the point of view of the Church. When examined from the point of view of the State important nuances appear. Documents from the Chilean Ministry of Foreign Relations and correspondence with the Chilean ambassador to the Vatican, shed new light on efforts by the Chilean state to shape relations with the Church and to change the position of bishops who were critical of the regime. These data help understand better the dynamics of conflict between Church and State in Chile during the dictatorship.

International Criticism and the Legitimation of Chile’s Authoritarian Democracy

“…15 Due to the Catholic hierarchy's growing criticism of the dictatorship, and especially the repression it practiced, this religious language lost importance. 16 The dictatorship's constitutional legitimation was necessary for the regime's stabilization on a national scale, and was equally important on an international level. To be sure, this legitimation went beyond an initial formal recognition and touched on Chile's international image, which, in turn, impacted its access to financial markets and its standing within the Western international trade system.…”

“Si Dios está con nosotros, quién puede estar contra nosotros”: el conflicto entre Dictadura e Iglesia Católica en Punta Arenas, 1973-1985

“…Y si es negado, quedamos peor que antes, porque esto permitiría proceder a cerrar la revista…" 17 . La gestión parece haber tenido éxito, en tanto para el día 30 de diciembre de 1975Sergio Zañartu (1932-2020, director de Mensaje, recibía una carta de apoyo por parte de la Conferencia Episcopal, en la que se reconocían críticas de la misma CECh en el pasado a la publicación, pero con más fuerza que "la Revista ha ido cambiando algunos de sus redactores y ha tomado una orientación que la vincula más estrechamente a la tarea de la Iglesia". Junto a ello, "nos parece, por otra parte, necesario para el bien del país la existencia de un órgano público que tenga una orientación según el espíritu de la Iglesia y permita debatir temas que son de interés nacional" 18 .…”

“…Así, con motivo del nombramiento de un nuevo capellán militar y su publicidad por parte de la prensa -a través de imágenes que representaban a funcionarios eclesiásticos y autoridades militares-Tomás González recibió una larga carta del teólogo de los SS. CC Percival Cowley (1933-2020, en la que expresaba que "así como a García Lorca le dolía España, así me sucede, de pronto, que me duele la Iglesia" por el hecho de esta comunidad entre clérigos y uniformados, que a su juicio derivaba en "escándalo, en la pérdida de credibilidad que, entonces, la Iglesia y el Evangelio mismo sufren como consecuencia". A renglón seguido, se preguntaba "¿Cómo explicar la colusión de la Iglesia con el poder y, más todavía, con el poder militar en un momento en que precisamente ese poder, transformado tantas veces en fuerza ilegítima, es el que está violando nada menos que el Cuerpo de Cristo en sus miembros más pequeños y sufrientes?"…”