Calleja. Guerra, botín y fortuna.

Los virreyes indianos de la Monarquía Hispánica

“…En consecuencia, se ha pasado de considerar las cortes como meros espacios de representación, excesos, lujo y ritualidad a sopesarlas, especialmente, como ámbitos políticos de poder, negociación e interacción esenciales para comprender el intrincado funcionamiento del aparato gubernamental de las entidades políticas modernas, amén de erigirse en modelos de vida social y cultural; avances, por otra parte, 26. Gutiérrez Lorenzo, 1993;Latasa Vasallo, 1997;Moreno Cebrián, 2000;Merluzzi, 2003[obra actualizada posteriormente: Merluzzi, 2014; Martín Rubio, 2010;Álvarez de Toledo, 2011;Barrientos Grandon, 2015;Restrepo Olano, Bogotá, 2009;Ragon, 2016a;Ortiz Escamilla, 2019;Vicens Hualde, 2021. 27.…”

1821: The end of New Spain, dreams of an impossible Mexico

“…So did the mediating regime that had stabilized the dynamic inequities that marked New Spain: the coup of 1808 militarized the heights of power; the risings of 1810 militarized political and popular resistance; the mobilization led by Calleja to defeat Hidalgo locked armed power at the foundation of a contested regime. That was plain for all to see when Calleja became Viceroy in 1813 -honored for the victory at Puente de Calderón, now recognized as essential to the survival of Spanish sovereignty (Ortíz Escamilla, 2013, 2017.…”

Élites novohispanas: su imaginario político, 1780-1821

“…Ocuparon Zacatecas y ahí organizaron el segundo gobierno independiente local que sólo duró 15 días, del 15 de abril al 3 de mayo de 1811. 513 A mediados de 1812, la insurgencia estaba organizada de la siguiente forma: en el norte (Guanajuato, parte de Valladolid, San Luis Potosí y Zacatecas) comandaba el comandante general Liceaga; en el sur (Sierra Madre del Sur, Tierra Caliente, de Nueva Galicia hasta Puebla y Oaxaca) dirigía Morelos; en el oriente (pueblos de la intendencia de México, Guanajuato, Valladolid y norte de Puebla) se hacía cargo Rayón. Había desorden debido a que los jefes menores no hacían caso a la Junta Suprema Nacional, la cual en julio de 1812 delegó a los jefes la organización política y militar de su territorio, lo cual en vez de unificar las políticas insurgentes hacia los pueblos simpatizantes, aceleró la desorganización y la división entre los principales jefes insurgentes.…”