“…La construcción de los sujetos racializados se elabora desde múltiples escenarios (la familia, los medios de comunicación y la sociedad en general) y se refuerza en la escuela; por ejemplo, en áreas del conocimiento como las ciencias humanas y sociales (Herrera et al, 2003), específicamente en disciplinas como la filosofía, la lengua castellana y la ética, como puede constatarse en manuales y textos escolares analizados por diversas autoras (Jojoa, 2008;Soler, 2004Soler, , 2009 y en las investigaciones sobre las representaciones utilizadas para las decoraciones de las aulas de clase de los preescolares (Castillo, 2011;Mena, 2006;. Lo mismo puede decirse de aquellas áreas que pareciera no tuvieran relación con la producción de sujetos racializados y, mucho menos, con la reproducción de prácticas racistas, precisamente por su carácter científico, abstracto y racional, fuente única de producción de conocimiento, como son las ciencias naturales (Beltrán, 2017) y las matemáticas (Valoyes-Chávez, 2015).…”