“…Sin embargo, muchas otras para obtener beneficios propios y familiares se dedican a la elaboración y venta de artesanías a base de caña flecha (37%), como actividad económica, que además es reconocida como patrimonio cultural. Con relación a esta actividad, es importante reconocer, que el tejido en caña flecha se remontan a las prácticas prehispánicas de los Zenú (Casas y Lozano, 2018), siendo una expresión de riqueza biológica y cultural, fuente de ingreso y empleo (Campos-Cabral y López, 2019). Pero desafortunadamente, los artesanos de este grupo étnico, viven problemáticas que generan barreras para la producción y el estancamiento en el mejoramiento de la calidad de vida (Casas y Lozano, 2018) Otras mujeres, por el contrario, gracias a sus conocimientos en cuanto a las cosechas, producción, recolección y comercialización de productos, obtienen recursos económicos de la tierra, con la siembra de cultivos (24%) como maíz, yuca, ñame, frijol, berenjena, ahuyama, batata, árboles frutales, hortalizas, además de caña flecha.…”