Biochar como tecnología de emisión negativa frente al cambio climático

Abstract

El biochar es una alternativa de acción climática, accesible, de bajo costo y sostenible. Su aplicación como enmienda permite incrementar la fertilidad del suelo y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como el CO 2. Por ende, es necesario implementar el biochar como tecnología de emisión negativa frente al cambio climático, disminuir los impactos negativos en el ambiente y salvaguardar la salud de las personas. La investigación es una revisión de literatura holística y sistemática disponible sobre el uso del biochar como estrategia de mitigación, debido a su capacidad de secuestro de carbono, y sobre el potencial de sus aplicaciones e interacciones que presenta con el clima, la seguridad alimentaria y los componentes del ecosistema. Se encontró que el potencial de secuestro de carbono presentado por el biochar en equivalencias de CO 2 supera las 20 GtCO 2 eq por año. Esto es muy significativo en la búsqueda de tecnologías de emisiones negativas eficientes que ayuden a reducir las emisiones de CO 2 que generan las actividades antropogénicas anualmente.

Nuestra prevalente dependencia fósil y la necesidad de basar soluciones en la naturaleza: comentarios sobre recientes publicaciones en South Sustainability

“…Hoy, en plena emergencia climática, nos urge aplicar el conocimiento científico a las políticas públicas y a la toma de decisiones (desde la escala individual hasta la societal). Leer el más reciente y oportuno policy brief elaborado por Vargas-Soplín et al (2022) me motivó a hacer algunos comentarios integrándolos con publicaciones previas de esta revista relacionadas con el derrame de petróleo frente a la costa central del Perú (Aponte et al, 2022), la creciente amenaza del cambio climático (Moreno, 2020;Aponte y Pérez, 2021), y la búsqueda e implementación de soluciones de acción climática (Pariona-Palomino et al, 2020).…”

“…Es necesario evaluar la escala de aplicación y la consideración de posibles efectos secundarios en el ambiente en el que se aplique. Pero simultáneamente también nos urge implementar un esquema de SbN que permitan conservar y proteger ambientes naturales que brindan servicios ecosistémicos vitales (Aponte y Pérez, 2021), y desarrollar y utilizar fuentes alternativas de energía (Pariona-Palomino et al, 2020). Sabemos que podemos -y nos urge-hacer más para lograr el «cambio climático que necesitamos» (Aponte y Pérez, 2021); «aún no es tarde, pero hasta ahora es muy poco» (Barnes, 2022).…”