“…Se genera un ambiente de cooperación donde aparecen incontables oportunidades de interacción entre iguales, que facilitan el desarrollo de las habilidades comunicativas y de interacción social y el establecimiento de relaciones sociales positivas, factor que según Jones, Greenberg y Crowley (2015) es una variable que, entre otras, permite obtener mejores resultados en el ámbito académico y profesional, una vez alcanzada la edad adulta. Además, la participación en los proyectos, tal y como se señala en los diarios, hace aumentar el sentido de pertenencia al grupo clase, potencia la autonomía de los niños, que actúan como coaprendices, implicados activamente en el aprendizaje de sus compañeros y compañeras (Rodríguez, et al, 2019).…”