“…Por su parte, Alvarado (2015) y Olivera & Fernández (2015) estudian la forma en que este programa ha contribuido a mercantilizar los valores culturales y del mismo patrimonio inmaterial, mientras que Madrid & Cerón (2013) y López (2017) ponen de manifiesto la existencia de información insuficiente sistematizada y anualizada de variables clave. Sobre ello, Ibáñez & Cruz (2016 y Almendarez-Hernández et al (2021) señalan que, de manera particular, las carencias se focalizan en parámetros relacionados con algunas características del visitante, tales como nivel de gasto, calificación otorgada a valores culturales y naturales, nivel de satisfacción, productos turísticos y hábitos de viaje, entre otras.…”