E l interés y la preocupación por una política educativa gobernada por los números se reflejan claramente en una literatura académica creciente desde disciplinas que en muchas ocasiones atraviesan fronteras epistemológicas y dialogan entre sí a nivel internacional. Si bien el problema acerca de la medida de la educación no es nuevo, es cierto que la generalización y proliferación de estudios, informes y pruebas que tratan de capturar resultados cuantitativos en la esfera educativa, estrechamente asociados a principios y criterios evaluativos, despierta tanto interés como inquietud. Recientemente se han desarrollado foros y debates que han planteado la necesidad de ofrecer alternativas a una corriente neopositivista que parece estar imponiéndose en las ciencias sociales, con efectos e impactos en las políticas y en las prácticas educativas. Así, en 2015, la revista Journal of Education Policy había prestado atención, en un número especial (vol. 30, n.º 3), a «la educación, la gobernanza y la tiranía de los números», con un editorial firmado por Stephen J. Ball (2015: 299-301), en el que advierte del papel singular que en la actualidad juegan las maneras de medir la educación dentro de la relación entre verdad y poder. Por su parte, la Sección de Educación Comparada de la Sociedad Portuguesa de Ciencias de la Educación (SPCE-SEC) celebró en Lisboa, en enero de 2016, una Conferencia Internacional en torno al tema «La Educación Comparada más allá de los números: contextos locales, realidades nacionales y procesos transnacionales», con el propósito de reflexionar sobre los modos de regulación de las políticas a través de grandes estudios internacionales. También a finales de 2016, Profesorado. Revista de curriculum y formación del profesorado editaba un monográfico (vol. 20, n.º 3) con el título «políticas de evaluación y accountability en educación», coordinado por Almerindo Janela Afonso en cuya presentación reclamaba «una reflexión más densa» (2016: 1-12). En enero de 2017 la revista Comparative Education, plantea un monográfico (vol. 53, n.º 1) cuyo primer artículo, a cargo de Elaine Unterhalter (2017: 1-16) cuestiona la pretensión de «medir lo inmensurable en educación». Estos ejemplos no pretenden agotar el inventario, pero sin duda constituyen un síntoma claro del abanico de problemas al que da paso la pregunta acerca de «la medida de la educación». No es casual, entonces, que la sociología de la educación, a través de la RASE, se muestre sensible a un debate que afecta, directa o indirectamente, a cuantos formamos parte de la comunidad educativa.La discusión sobre los modos de medir la educación no es trivial. El debate se dirime en una tensión -si no en una clara oposición-entre la lógica y la dialéctica. Ambas son herramientas auxiliares legítimas