“…Pese a la explicación difusionista, el trabajo de Uhle, marcó un hito en la fundación de la arqueología ecuatoriana. Desde entonces se ha venido refinando la situación de Cerro Narrío y el conocimiento sobre el Formativo, gracias a los trabajos adelantados en años recientes en regiones cercanas como en Challuabamba (Grieder et al, 2002;Grieder et al, 2009;Stahl, 2005) Pirincay (Bruhns et al, 1990;Bruhns, 2003), Catamayo (Guffroy et al, 1987;Guffroy, 1989;, Santa Ana-La Florida (Guffroy, 2008;Valdez, 2008) que permiten tener una visión más amplia y plantear nuevos problemas de investigación.…”