Archaeology of the Body

Abstract

Under the influence of phenomenological approaches, a semiotic perspective on the body is being replaced in archaeology by analysis of the production and experience of lived bodies in the past through the juxtaposition of traces of body practices, idealized representations, and evidence of the effects of habitual gestures, postures, and consumption practices on the corporal body. On the basis of a shared assumption that social understandings of the body were created and reproduced through associations with material culture, archaeology of the body has proceeded from two theoretical positions: the body as the scene of display and the body as artifact. Today, the body as a site of lived experience, a social body, and site of embodied agency, is replacing prior static conceptions of an archaeology of the body as a public, legible surface.

A Medical Archaeopedagogy of the Human Body as a Trauma-Informed Teaching Strategy for Indigenous Mexican-American Students

“…In her study of the ancient body, Rosemary A. Joyce (2005) informs readers that ornamented bodies mark the social status of the individual wearing them. The body is public, she says, and a media for the communication of one's identity.…”

Las Vasijas Y Su Potencial Como Sujetos Estabilizadores De Seres Incompletos: Prácticas Mortuorias De Infantes Durante El Período Tardío en El Valle Calchaquí Norte

“…) (Joyce 2005). Por ello es que debemos discutir las concepciones clásicas aún utilizadas, donde los objetos no son más que un simple fenómeno secundario derivado del proceso social, el reflejo directo y estático de la organización social, tal como una tumba, un monumento, la sofisticación artesanal, como la representación de las creencias e ideas mentales, en cuanto vehículo o telón de fondo para el despliegue de las prácticas sociales (Joyce 2005;Alberti 2007). …”

Feminismo, teoría y práctica de una arqueología científica

“…Pero ha tenido influencia directa o indirecta en otras arqueologías, como la queer archaeology, la arqueología de la agencia (por ejemplo, Dobres y Robb 2000), la arqueología de la identidad (por ejemplo, Hernando 2002), la arqueología de la unidad doméstica (household archaeology) (por ejemplo, Tringham 1991) y de las actividades de mantenimiento (por ejemplo, Montón et al 2008), la arqueología de la persona (personhood archaeology) (por ejemplo, Gillespie 2000) y la arqueología del cuerpo (por ejemplo, Joyce 2005). El programa, el alcance y, por lo tanto, la relevancia de estas arqueologías, son más restringidos que los de la arqueología feminista, pero por eso resultan también más aceptables por parte de los arqueólogos.…”