“…Un ejemplo son las demandas por la salud mental y atención especializada, solicitada mayoritariamente por organizaciones de familiares de personas en el espectro autistas, en Brasil (Fernanda NUNES; Francisco ORTEGA, 2016; ORTEGA; Manuela MÜLLER, 2022; Clarice RIOS, 2017), y por personas que se definen como usuarias de salud mental en el contexto argentino, quienes demandan una atención basada en los derechos humanos (Sara ARDILA-GÓMEZ et al, 2019; YOMA; PASSINI; BURIJOVICH, 2018). En contraste, el "Movimiento Orgullo Loco", en Chile y México, rechaza aquellas demandas por el derecho al tratamiento, sosteniendo una identidad basada en el orgullo y valoración de la locura y la experiencia común de sobrevivencia a la psiquiatría (Tatiana CASTILLO PARADA, 2021; GUTIÉRREZ, 2019), sin desentenderse de la necesidad de cuidados, pues establecen grupos de apoyo mutuo, apoyan procesos de desmedicalización y acompañamiento (Grecia MARTÍNEZ et al, 2021). Y si bien podrían parecer posturas irreconciliables, en el movimiento de usuarios/as de salud mental también reconoce el sentido de partencia, positiva autopercepción y la necesidad de organizarse para defender su ciudadanía plena, que incluye acceso a tratamientos libres de violencia y vulneración de derechos (ARDILA-GÓMEZ et al, 2019).…”