“…En los últimos 10 años, se ha hecho evidente la influencia que ejercen las habilidades sociales en la adaptación general del individuo, el ajuste psicosocial y la vinculación hacia compromisos académicos y en otras áreas, considerándose un factor de protección y de prevención de comportamientos nocivos; por ejemplo, las investigaciones demuestran que individuos con dificultades para expresar negativas, son víctimas con mayor frecuencia e intensidad de agresiones, amenazas e intimidación, mientras que el establecimiento de habilidades sociales adecuadas se convierte en un indicador de desarrollo psicológico saludable y un predictor de buen rendimiento académico (Bautista, Plata, Hernández, Herrera & Parra, 2017;Garaigordobil & Peña, 2014;Wolstencroft et al, 2018). Por lo tanto, los hallazgos presentes en diversos estudios han impulsado el desarrollo de variedad de técnicas y modalidades de intervención en el tema, entre las que se encuentra el entrenamiento en habilidades sociales, dirigido a favorecer conductas prosociales y a prevenir o modificar comportamientos que generen dificultades interpersonales en los adolescentes (Garaigordobil & Peña, 2014).…”