“…Precisamente, en una conferencia de Miguel Martínez del Arco, celebrada el 13 de julio de 2022 en Gijón, el autor señaló que la tarea memorial, lejos de circunscribirse a un tiempo pretérito, interviene, de manera directa, sobre el contexto actual y futuro. En cualquier caso, las propuestas centradas en las personas represaliadas por el régimen franquista exigen, en este punto, ciertas precisiones: por una parte, persiguen la intención de relatar el horror con la finalidad de que sea reconocido y de que no vuelva a producirse -un objetivo que comparten, por ejemplo, con trabajos similares sobre el Holocausto-; por otra, y de manera específica, adquieren un componente político mucho más marcado, pues se enfrentan a determinados discursos que aún hoy deslegitiman y tergiversan las experiencias de las víctimas de la Dictadura (Faber, 2012). Así, esta voluntad resulta manifiesta en muy diversos artefactos culturales de las últimas décadas, algunos tan destacados como la novela La voz dormida (2002), de Dulce Chacón -llevada al cine en el año 2011-, o la serie Episodios de una Guerra Interminable (2010-2020), de Almudena Grandes.…”