El objetivo general del presente estudio ha sido evaluar los patrones de uso del teléfono móvil en población adolescente escolarizada en centros de Educación Secundaria. De modo adicional, hemos evaluado correlatos psicológicos (ansiedad, depresión) y conductuales y asociación con rendimiento escolar. Para la realización del estudio se contó con 528 alumnos, con edades entre los 12 y los 19 años, pertenecientes a cinco centros educativos, cuatro públicos y uno concertado. Los instrumentos utilizados fueron el Cuestionario de Evaluación de la Depresión de Beck (BDI), el Cuestionario de Evaluación de la Ansiedad de Beck (BAI), las escalas de baja autoestima y problemas escolares del Cuestionario de Personalidad MMPI-A, y el Cuestionario para evaluar el uso excesivo del Móvil (COS). Los resultados indican que un porcentaje significativo de estudiantes que abusan del teléfono móvil muestran sintomatología depresiva y ansiógena y baja autoestima. Un 14.8% de los participantes obtiene puntuaciones que les sitúa en un rango de problemas escolares elevado o alto, a su vez vinculado con un uso patológico del teléfono móvil. Todos estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de plantear intervenciones que reduzcan patrones conductuales desajustados y mejoren la convivencia escolar.Palabras clave: Adicciones, convivencia, teléfono móvil.Mobile Addiction in secondary school students: effects in coexistence. The objective of this study was to evaluate the patterns of mobile phone use among in secondary school students. Further, we assessed psychological (anxiety, depression) and behavioral correlates and association with school performance. To carry out the study we had 528 students, aged between 12 and 19 years, belonging to five schools, four public and one grant-aided private school. The instruments used were the Beck Depression Inventory (BDI), the Beck Anxiety Inventory (BAI), the low self-esteem and the school problems subscales of the MMPI-A Personality Questionnaire, and the Mobile Overuse Scale (COS). The results indicate that a significant percentage of students who abuse cellphones show anxious and depressive symptoms, and low self-esteem. Of participants, 14.8% obtained scores placing them in a range of medium-high to high for school problems associated to pathological use of the mobile phone. All these results highlight the need to establish interventions to reduce maladjusted behavioural patterns and improve school coexistence.